Estimados y estimadas,

Os informamos de la próxima actividad que tendrá lugar el viernes 15 de diciembre a las 19.00 h. Os invitamos a venir a la Biblioteca Izquierda del Eixample – Agustí Centelles para realizar una visita guiada de la exposición Skiá – Graphé. El dibujo de la sombra, enmarcada dentro del proyecto Fotointerpretaciones. La visita irá a cargo de Martí Llorens y Rebecca Mutell, autores de la exposición.

Como siempre será necesaria inscripción previa. En caso de que algún socio o socia quiera asistir con un acompañante, podrá apuntarle al formulario, pero éste quedará en una lista de espera. Encontrará en el documento adjunto más información sobre la visita y el formulario de inscripción que habéis recibido en el correo.

Las palabras griegas skiá, ‘sombra’, y graphé, ‘dibujo’ ―es decir, la técnica de dibujar y representar objetos a través de su sombra―, fueron los términos que en 1835 W. H. F. Talbot escogió para designar las imágenes que conseguía fijar sobre un papel sensibilizado con cloruro de plata. La esquiografía, pues, representó el inicio de la investigación fotográfica de este reconocido polímata inglés.

Siguiendo la huella de los ensayos fotográficos de Talbot, Martí Llorens y Rebecca Mutell decidieron retratar a la ciudad de Girona mediante el procedimiento esquiagráfico. La naturaleza técnica de este procedimiento, en el que la aparición de la imagen por ennegrecimiento directo del papel forzosamente tiene lugar en el mismo lugar en el que se expone a la luz solar, hace que la génesis de estas fotografías pertenezca de forma íntegra y ineludible en esta ciudad. Dado que el tema principal de las esquiografías ―que Talbot posteriormente llamaría dibujos fotogénicos― eran los especímenes botánicos, y visto el carácter de los parques y jardines urbanos de Girona, optaron por hacer una serie de fotogramas por contacto de hojas y plantas de algunos de estos parques.
Este mismo procedimiento fue utilizado como negativo para una cámara de gran formato. Si hacía 180 años Talbot había necesitado un tiempo de exposición de varios minutos para la realización de un fotograma, el utilizar ese mismo papel en el interior de una cámara les obligó a exposiciones que, en su caso, no fueron inferiores a las dos horas en pleno verano. Por lo que respecta al positivado, la simbiosis de un procedimiento fotográfico histórico con una técnica contemporánea les pareció fructífera. Así pues, digitalizaron los negativos de papel para poder imprimirlos en un formato mucho mayor.